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  J.Locke, vida, obra, pensamiento
 
Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) JOHN LOCKE (1632 - 1704). SU VIDA, SU OBRA Y PENSAMIENTO Maria Estela Barrionuevo 1. INTRODUCCIÓN Al finalizar el siglo VII, el más grande teórico del Liberalismo político fue el inglés John Locke. Con sus escritos llamó la atención en el campo de la política. En 1690 se publicaron sus dos Tratados sobre el gobierno (1690). El primero era una refutación del gobierno por derecho divino; el segundo se oponía al Leviatán de Thomas Hobbes, publicado en 1651, el cual defendía el contrato social en el que se concedía la soberanía al Estado. Para éste ultimo, esto era una necesidad, pues de otro modo la anarquía y el propio interés conducirían a una situación de guerra, convirtiendo la vida natural del hombre en “solitaria, pobre, desagradable, bruta y corta”. Locke se opuso a esta opinión y razonó que “el contrato es entre hombres libres y por tanto es a la vez revocable y negociable de nuevo. Los hombres están sujetos, no a los soberanos, sino a las leyes de la naturaleza”. En su obra Ensayo sobre el entendimiento humano (1690), Locke ataca por segunda vez el modo de pensar de su tiempo. Aquí se propuso buscar el origen, la certeza y la extensión del conocimiento humano. Su intención era aplicar el método científico de su tiempo al estudio de las operaciones mentales. “El mismo Bacon no había explorado en profundidad la relación entre las ideas y la experiencia. Fue Locke quien prolongó el empirismo baconiano desarrollando, lo que puede considerarse un precursor de la psicología empírica”. (Bowen, J.) En 1693 se imprimen las cartas que escribió a su amigo bajo el epígrafe Algunos pensamientos sobre la educación, del cual hablamos más adelante. John Locke nació en Wrington, cerca de Bristol, el 29 de Agosto de 1632, en el seno de una familia de pequeños nobles rurales, y falleció en 1704. Se educó en la universidad de Oxford. Obtuvo el grado de maestro en artes en el año 1658. También se interesó por la medicina y la política, en la cual comenzó a militar desde los 35 años. Recibió la influencia del pensamiento de John Owen (partidario de una política de tolerancia para con todas las religiones), le llamaron la atención las ideas de Descartes y de Hobbes. Por su pensamiento debió exiliarse muchos años hasta 1689, año en que se produce la Revolución en Inglaterra, desde allí se lo consideraba como el representante del nuevo régimen liberal. 2. LOCKE Y SU ÉPOCA Por aquel entonces, estaban sucediendo cambios en el aspecto intelectual, económico, social y político. En la segunda mitad del siglo XVIII, Occidente entró en una edad de revoluciones (industrial, social, política), las cuales, según J. Bowen introdujeron cambios importantes en la educación, mereciendo destacarse dos rasgos significativos: Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) 2 · La creciente participación de los gobiernos en la ayuda a la educación (por contraposición a la simple publicación de decretos, como habían hecho durante siglos). · En definitiva, la aparición de nuevas concepciones del hombre y de la sociedad que ofrecían alternativas polémicas, para reemplazar las creencias convencionales, con posibilidades incitantes de desarrollo futuro. Otra característica de la época a tener en cuenta es que todas las discusiones de la sociedad inglesa entre 1660 y 1690 giran en torno al tema de la tolerancia religiosa. Aunque Charles II había prometido impulsar la libertad de culto al momento de restaurarse en el trono en el año 1660, la presión de su entorno hizo que tal promesa no pudiera cumplirse. Después de 1662, todo aquel que manifestara públicamente su rechazo a la religión anglicana podía ser multado, confiscado y encarcelado. A principios de 1660 John Locke era un desconocido tutor en Oxford y dos escritos suyos sobre el tema, curiosamente, hablaban a favor de la postura del clero anglicano y de reforzar la represión contra los disconformitas. Pero en 1667 conoce a Anthony Ashley Cooper, posteriormente nombrado conde de Shaftesbury, uno de los líderes de la oposición a la monarquía y a partir de este momento Locke cambiará de postura. Afirmará con tenacidad que los magistrados no tienen autoridad para interferir con las decisiones individuales de las personas quienes eligen sus propios caminos a la salvación eterna. Niega por tanto que la libertad de culto degenere en libertinaje y rebelión, mucho peores son las consecuencias nefastas que conlleva la persecución religiosa. En 1670 la Iglesia Anglicana lanza una feroz represión contra los disidentes religiosos, desatando una verdadera caza de brujas que culminará con una quema y censura de libros, cientos de prisioneros y muchos rebeldes enjuiciados, torturados y asesinados. Para la monarquía gobernante era intolerable pensar que los individuos podían ser vistos a los ojos de Dios como libres y responsables y, por lo tanto, que podían actuar según su libre albedrío. Aquí comienza la lucha de John Locke: en la fundamentación del principio de libre credo religioso como derecho natural del individuo, el cual precedía y era independiente a la instauración de todo gobierno. El Estado, según Locke, tenía como fin, únicamente, proteger los intereses civiles de los ciudadanos y no interferir en sus creencias religiosas. Subyace a esta cuestión el tema central de la modernidad: · la división entre conocimiento racional y conocimiento revelado, · se discute por primera vez la separación de la religión del Estado, · la relación entre derechos naturales y derechos civiles y · los límites del poder del gobierno. En este contexto, Locke comienza a escribir el Ensayo sobre el Conocimiento Humano. Otro de los postulados que defendían los Disidentes eran que Dios creó a los individuos iguales y libres respecto a otros; que los individuos son parte de una comunidad que se funda en lo moral y es gobernada por leyes naturales, conduciendo sus actos por los dictados de la razón; que las disputas deberán ser resueltas bajo provisión de evidencia, argumentación y discusión; y que, a pesar de ser seres corrompidos, los individuos son capaces de vivir en paz entre ellos, gracias al consenso y el acuerdo. Bowen, James. Historia de la Educación Occidental. Ed. Herder. Barcelona. 1992. Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) 3 3. SU PENSAMIENTO FILOSÓFICO: EL EMPIRISMO Su pensamiento filosófico es Empirista, parte de una crítica al innatismo y al racionalismo, todo su pensamiento está dedicado al esfuerzo por adherirse a la experiencia concreta. El empirismo afirma que la conciencia humana se halla encerrada en los confines de la experiencia y que más allá de ellos no hay más que problemas insolubles o arbitrarias fantasías. Con esto Locke impone una saludable moderación a las pretensiones de la razón humana. Esto se manifiesta en sus ideas de: · Afirmación de la libertad individual, en lo político. · Defensa de la tolerancia religiosa , pues al considerar al hombre libre quiere garantizarle en el interior el ejercicio de sus efectivas facultades. · En su meta: la función social del hombre y las tareas concretas que esperan a éste en la vida. “Todo su pensamiento, entonces, es fruto de ese enfoque en que se renuncia a toda pretensión metafísica y a todo intento de ir más allá de aquella realidad dentro de la cual el hombre vive y funciona efectivamente”. (Abagnano y Visalbergui) Este filósofo inglés quería entender cuáles son efectivamente las capacidades humanas, mediante el estudio de los límites propios del hombre. En su investigación gnoseológica , parte de Descartes y afirma la primera limitación diciendo: las Ideas se derivan exclusivamente de la experiencia. Esto es, no son fruto de una espontaneidad creadora del intelecto humano, sino de su pasividad ante la realidad. La realidad puede ser interna (el YO) o externa ( las cosas naturales) por lo tanto las ideas pueden proceder de una u otra de estas realidades. Denomina ideas de reflexión si surgen del sentido interno, por ejemplo: el pensamiento, la duda, el raciocinio, el conocimiento, la voluntad, es decir todas las operaciones de la mente; e ideas de sensación (o simplemente sensación) si provienen del sentido externo, por ejemplo: amarillo, calor, dureza, amargor, etc. Contra los llamados platónicos argumenta que las ideas innatas no existen porque no son pensadas. Así Locke es fiel al principio cartesiano de que tener una idea significa percibirla, es decir, ser consciente de ella. De ese principio se sirve para la crítica de las ideas innatas, por ejemplo para ser efectiva una idea innata entonces todos los hombres deberían tenerlas, inclusive los niños y los idiotas. Por lo que está seguro de que nuestro conocimiento proviene de las ideas y a su vez las ideas de nuestra experiencia. “Todo aquello que la mente percibe en sí misma, o todo aquello que es el objeto inmediato de percepción, de pensamiento o de entendimiento, a eso llamo idea; y a la potencia para producir cualquier idea en la mente, llamo cualidad del sujeto en quien reside ese poder. Así, una bola de nieve tiene la potencia de producir en nosotros las ideas de blanco, frío y redondo; a esas potencias para producir en nosotros esas ideas, en cuanto que están en la bola de nieve, las llamo cualidades; y en cuanto son sensaciones o percepciones en nuestro entendimiento, las llamo ideas; de las cuales ideas, si algunas veces hablo como estando en las cosas mismas , quiero que se me entienda que significan esas cualidades en los objetos que producen esas ideas en nosotros”.. (LOCKE. Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro segundo. Cap. VIII, § . Encuentra, entonces, que las ideas pueden ser simples o complejas. Las primeras provienen de la experiencia y las segundas son producidas por el intelecto mediante la combinación de ideas simples, “pero Corriente Platónica que afirmaba la existencia de ideas a priori, independientes de la experiencia. Rama de la filosofía que estudia cómo conoce el hombre. Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) 4 ningún intelecto puede inventar o crear una nueva idea simple, esto es, no derivada de la experiencia, así como tampoco puede destruir ninguna idea simple una vez adquirida. “La mente estando abastecida, como ya he declarado, de un gran número de ideas simples que le llegan por vía de nuestros sentidos, según se encuentran en las cosas exteriores, o por vía de la reflexión sobre sus propias operaciones, advierte, además, que un cierto número de esas ideas simples siempre van juntas; y que presumiéndose que pertenecen a una sola cosa, se les designa, así unidas, por un solo nombre, ya que las palabras se acomodan a la aprehensión común, y su utilidad consiste en expeditar la expresión de las ideas. De allí viene que, por inadvertencia, propendemos a hablar y a considerar lo que en realidad constituye una complicación de ideas juntas, como si se tratase de una idea simple. Porque, como ya he dicho, al no imaginarnos de qué manera puedan subsistir por sí mismas esas ideas simples, nos acostumbramos a suponer algún substratum donde subsistan y de donde resultan; el cual, por lo tanto, llamamos substancia" (LOCKE, Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro segundo. Cap. XXIII, § 1). Con esto se podría entender que Locke equipara experiencia y conocimiento, pero para él hay una distinción, decía que la experiencia proporciona el material del conocimiento, pero no es el conocimiento mismo. El conocimiento tiene que ver unicamente con ideas, porque el único objeto posible de nuestro intelecto es la idea, pero no se reduce a las ideas. El conocimiento consiste en percibir un acuerdo o un desacuerdo de las ideas entre sí. Como tal puede ser de dos clases: conocimiento intuitivo y conocimiento demostrativo. El primero es cuando el desacuerdo o acuerdo se percibe inmediatamente y en virtud de las ideas mismas, sin la intervención de otras ideas. El segundo conocimiento es cuando el acuerdo o desacuerdo entre dos ideas no es percibido inmediatamente, sino que se pone en evidencia mediante el empleo de ideas intermedias, denominadas pruebas. Además para Locke un conocimiento es verdadero sólo cuando existe conformidad entre las ideas y la realidad de las cosas. 4. LOCKE Y EL LIBERALISMO:¡ En este sentido se lo considera el padre del liberalismo moderno es inspirador de las ideas que sirvieron de base a la constitución política de Francia y de los Estados Unidos. También en su pensamiento político se puede apreciar la conexión con el Empirismo, por ejemplo cuando afirma: es ley natural que el hombre busque la felicidad y rehuya al sufrimiento, no existen leyes morales innatas y sólo por la experiencia aprende el hombre a prever las consecuencias de sus actos y a actuar según la razón. Reconoce tres tipos fundamentales de leyes por las cuales se puede juzgar la moralidad, es decir la utilidad real de una acción: las leyes divinas, las leyes civiles y las leyes de la opinión pública. Atribuye máxima importancia a los usos sociales y al afán de aprobacin y estima que mueve a los hombres. De esta forma el utilitarimo de Locke establece una estrecha conexión entre la felicidad del individuo y la utilidad general. Este mismo planteamiento optimista sirve de base al pensamiento político de Locke. Por un lado Hobbes había concebido el derecho natural como el derecho ilimitado de todos a todo, y por lo mismo había considerado la condición original del hombre como una guerra universal. En cambio, para Locke el derecho natural de cada hombre está limitado por el derecho igual de los demás hombres y, por lo mismo, descubre en el estado mismo de naturaleza la posibilidad de una ordenada y pacífica convivencia. El decreto del hombre está limitado a la propia persona, a saber: derecho a la vida, a la libertad y a la Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) 5 propiedad en cuanto es fruto del propio trabajo. A su vez considera que estos derechos son inalienables y suponen los derechos de defensa y justicia, es decir, que todos los hombres tienen derecho a defender la propia vida, libertad y propiedad, como también derecho a castigar a quien atente contra ellos. Al delegarse los derechos de defensa y justicia, surge el Estado. Por consiguiente, a diferencia de lo que sucede en Hobbes, el pacto social no anula los derechos originales de los hombres; antes bien, como el Estado recibe su autoridad sólo en virtud del mandato que se le confiere de defender y garantizar tales derechos. Su poder no es absoluto sino limitado y no anula ni disminuye la libertad de los ciudadanos sino que la conserva y acrece. Las leyes tienen como finalidad defender al individuo contra los abusos y las arbitrariedades. Los soberanos delegan sus derechos al monarca pero cuando éste no cumple tienen el derecho de resistencia. En el estado, el poder supremo es el legislativo, ejercido por una asamblea representativa que tiene el deber de legislar en forma general y teniendo siempre presente el bien común. Incluso el rey está obligado a tutelar las leyes y a velar por su cumplimiento, si así no lo hiciera, perdería su autoridad y en tal caso se justificaría una revolución puesto que tendería a restablecer el orden perturbado por el monarca. Para evitar este peligro, el poder ejecutivo debe hallarse en otras manos que el legislativo: dirige los asuntos internos y externos del Estado, juzga y castiga a quienes quebrantan las leyes. Locke aún no separa el poder ejecutivo del judicial, como lo hace años mas tarde Montesquiev. 5. EL PENSAMIENTO EDUCATIVO Los reformistas de la época, siglo XVII y XVIII, no tenía un claro panorama de cuáles eran los cambios EDUCATIVOS que debían realizarse. El autor J. Bowen señala esta dificultad cuando afirma: “el movimiento utópico reformista carecía de un cuerpo adecuado de doctrina sobre educación para guiar el proceso de la instrucción, no había una comprensión de la naturaleza de la infancia y de la niñez, ni una percepción clara de la psicología del aprendizaje, del papel del juego, de la fantasía o de la imaginación; ni la necesidad de organizar los grados según la edad y las etapas de crecimiento e interés”. Además “las actitudes ante la existencia humana todavía seguían dominadas por la preocupación por el pecado y la necesidad de salvación “. Pese a esta dificultad, se estaba gestando paralelamente, un cambio en las ideas respecto de la educación, como parte del fenómeno denominado Ilustración. Este cambio también fue posible gracias a las ideas de algunos pensadores como Locke, Comenio y Rousseau, entre muchos otros. Por otro lado, se haría evidente la influencia de la ciencia y del empirismo en la educación durante los siglos XVII y XVIII. La importancia de Locke en la educación y en los cambios de la época, no siempre se reconocen. La expansión del modo científico imperante en la época e instaurado por Newton, no sólo en lo que afecta al hombre y a la sociedad sino también a la educación, sería un logro de John Locke. Como ya se dijo más arriba, estando en Holanda, escribió una serie de cartas a E. Clarke, sobre la educación de su hijo, que fueron impresas en 1693 bajo el epígrafe Algunos pensamientos sobre la educación (1693) se tradujo al francés, al alemán y al italiano. Se reeditó un sinnúmero de veces debido a su gran popularidad y fue citado, cada vez más, como una autoridad probada en el campo de la educación. Bowen, James. Op. Cit. Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) 6 El pensamiento pedagógico de Locke está estrechamente conectado con su filosofía y su liberalismo político . Aboga por una educación apta para formar un “gentleman” capaz de ser útil a sí mismo y a su patria en un clima de ordenada libertad y audaz iniciativa. Esto le imprime un carácter práctico a la educación. La idea de que el hombre puede alcanzar el progreso social a través del cambio político y de los programas educativos fue robusteciéndose con la disminución de la creencia en la autoridad divina como fuente de toda ilustración personal y de toda organización en el mundo. De esta manera triunfaba su idea de que “la sociedad era la fuente de toda moral, junto con la afirmación de que las mismas sociedades son creadas por individuos que pueden cambiarlas”. Sus ideas acerca de entendimiento humano o sobre la mente, también se reflejaron en la educación del siglo XVIII y sobre todo el XIX. La idea de que la mente es pasiva en la percepción, permanecería durante mucho tiempo como postulado básico de la metodología científica y llegaría a ejercer una profunda influencia en la teoría de la educación. Así lo explican Bronnowski y Mazlish , “la idea de pasividad de la mente permaneció hasta que apareció el principio de la incertidumbre de Heisenberg y en Física el de relatividad de Einstein, lo que llevó a una nueva idea científica: la idea de que el observador desempeña un papel esencial en el descubrimiento de la naturaleza”. El concepto de tabula rasa, lo trasladó al concepto de la mente infantil, la que es “como papel blanco o cera, que se puede moldear y adaptar como se quiera. (...) Así la diferencia que puede encontrarse en las maneras y habilidades de los hombres se debe más a su educación que a ninguna otra cosa”. (Locke, 1693) En cuanto a la finalidad de la educación pensó en la virtud, la sabiduría, las buenas maneras y el aprendizaje. En esto se resume la formación del caballero o gentleman. Prefiere la educación en el hogar, bajo la guía de un preceptor a la que se imparte en las escuelas públicas, esto se debe a su experiencia de las Public Schools inglesas ya que eran lugares donde reinaba la grosería de modales y de palabra. Por lo que se refiere a la educación moral, el núcleo del pensamiento de Locke era obligar desde temprano a adquirir buenas costumbres, ya que en la niñez aún no tiene personalidad ni exigencias de autonomía. De aquí su máxima famosa, que tanto fue criticada (sobre todo por Rousseau) de razonar con los niños, es decir de tratarlos como seres racionales apenas fuera posible. De lo que se trata no es de propinarle razonamientos abstractos, sino de “darles la sensación de que lo que hacéis es en vosotros razonable y para ellos útil y necesario, y que no les dais ordenes ni prohibiciones por capricho, pasión o fantasía”. (...) Más las razones deben ser propias para su edad e inteligencia y deben exponerse siempre con pocas y sencillas palabras”. El camino de la mente a la razón coincide con un progresivo camino hacia la libertad. Otras afirmaciones importantes de Locke son: Doctrina política construida con los aportes de Montesquiev, Voltaire, Rousseau. El liberalismo comenzó a transformar a Europa a partir del siglo XIX. Bowen, J. Op. Cit. J. Bronowski y B. Malzlish. The Western Intellectual Tradition (1963) p. 235 Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) 7 · La idea de que el factor que garantiza el autodominio es el deseo de ganar estimación, al que “los niños son sensibilísimos”, como así también el sentimiento del honor, merced al cual un simple reproche puede ser más eficaz que un castigo. · Las penas corporales deben evitarse cuanto sea posible porque enseñan a someterse a la violencia antes que a la razón. · El juego es un factor educativo de enorme importancia, y no sólo como ejercicio físico. El juego enseña a medir las propias fuerzas, a dominarse, a actuar con provecho sobre el mundo externo, por lo que debe ser tenido en cuenta en la educación intelectual. Además, puede ser fuente de enseñanzas intelectuales. Por ejemplo, los niños podrían aprender a leer jugando con cubos, con las letras del alfabeto. “Hay que empezar por el juego y convertir éste, poco a poco en trabajo. (...) En este sentido es uno de los precursores de la educación activa”. Para Locke el mayor atractivo del juego es la libertad . Observa que al niño le gusta entregarse a actividades diversas, siempre que no se trate de actividades obligatorias. Por consiguiente, llega a la paradoja de que el juego debería ser obligatorio y el estudio libre. · El estudio debe organizarse de modo que resulte natural, placentero y apto para satisfacer la curiosidad natural y los intereses del niño. Este criterio junto con el de utilidad real y capacidad formativa de las nociones enseñadas, sirve de base para el plan de estudio trazado por Locke. · El plan de estudio empieza por la lengua viva, se dan a leer libros fáciles e interesantes, con método directo y sin regla de ninguna clase. Solo cuando el niño haya dominado suficientemente su lengua materna y una extranjera, se pasará al latín que se enseñará “sin atormentar a los alumnos con las reglas “. También se enseñara historia, geografía, geometría, ciencias naturales y “todas las otras ramas de la cultura que se refieren a cosas que los sentidos perciben”. En cambio, opinaba de la retórica, la lógica y la metafísica que no servían para nada. Le gustaba la Física de su tiempo. Este recorte que Locke hace del plan de estudio, de su alumno ideal “gentleman” es porque tiene un concepto preciso y moderno de lo que es la ciencia y de lo que no lo es. Su ideal de formación intelectual expresada en su obra La Conducta del Intelecto, ”es preparar a éste de forma que absorba cualquier ciencia a la que desee dedicarse y sea capaz de libertad de pensamiento”, sin reglas y nociones dudosas. En su similitud al Humanismo, es afecto al estudio desde las fuentes, al respecto dijo: ” recurrid a la fuente original y no toméis materiales de segunda mano. No hagáis de lado a los grandes maestros, ... familiarizaos plenamente con los principios de los autores originales, confirmadlos y luego sacad vosotros mismos las deducciones del caso”. Otra idea de Locke, es la importancia que le atribuye a los ejercicios corporales, aconseja, además de la esgrima y la equitación, el aprendizaje de oficios manuales como la jardinería, la carpintería. Estos aspectos fundamentan la importancia que le asignaba a la educación física, así lo expresa en: Su frase famosa “Juvenal Mens sana in corpore sano” (mente sana en cuerpo sano) Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) 8 Aquí se puede apreciar la influencia de su formación profesional, ya que lo movieron su conocimiento médico. Opinaba que se debía someter a los niños y jóvenes a una vida rigurosa que les impida caer en una vida afeminada y para que el cuerpo pueda obedecer las órdenes del espíritu. Locke se halla muy lejos de plantear el problema de la educación popular. En un proyecto de ley contra el pauperismo propuso la apertura de escuelas comunales para los niños de familias indigentes, de tres a catorce años de edad, no se trataba de impartir en ellas otra enseñanza que la de un oficio con la idea de sacar de inmediato un provecho económico. 6. CONCLUSIÓN Al decir de Luzuriaga, podemos concluir afirmando que: “ Locke, en pedagogía ocupa un lugar especial y sobresaliente que le presta personalidad propia. En ella se destaca más por sus ideas filosóficas relativas al conocimiento, por su concepción psicológica y moral. En este sentido, más que un empirista es, como hemos visto, un moralista, es decir, que da más importancia en la educación a la conducta y a la ética que a la inteligencia y al conocimiento” . Ejerció gran influencia en el pensamiento de Rousseau y a través de él en toda la pedagogía moderna. En relación a su influencia en la pedagogía de la época, se lo ubica dentro de la Pedagogía Realista, representada por Ratke , Comenio y Locke. Esta pedagogía trata de sustituir el conocimiento verbalista anterior por el de las cosas o mejor por el de sus representaciones. Aspira a crear una nueva didáctica, dando normas para el empleo del método en la educación conforme a ciertas reglas. Asimismo atiende a la individualidad del educando con más insistencia que las épocas anteriores. En el orden moral y social cultiva el espíritu de tolerancia, de respeto a la personalidad y la fraternidad entre los hombres. Entre sus ideas, las que sirven a nuestro tiempo actual, es aquella que “se refiere a la educación de la individualidad, de la personalidad humana. En este sentido Locke es uno de los primeros que concibe a la educación en forma total, integral, atendiendo por igual a la vida física que a la intelectual y moral. Aunque la preocupación por la educación física comienza en el Renacimiento, luego de que se había perdido en la Edad Media, Locke es el primero que le da la importancia que se merece” . No está de más decir que este pensador marcó un momento importante en el cambio del pensamiento filosófico, social y educativo de Occidente. BIBLIOGRAFIA ABAGNANO y VISALBERGUI. Historia de la Pedagogía. Barcelona. BOWEN; James. Historia de la Educación Occidental. LUZURIAGA, Lorenzo. Historia de la Educación de la Pedagogía. Ed. Lozada. Links recomendadas: HIPERVÍNCULO http://www.geocities.com www.geocities.com  HIPERVÍNCULO http://www.artehistoria.com www.artehistoria.com Luzuriaga, Lorenzo. Historia de la Educación. Ed. Lozada. Ratke: (1571-1635) trató de llevar a la educación teórica y práctica las ideas de Bacon, en Alemania. Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamiento Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) 9  HIPERVÍNCU O http://www.filosofía.net www.filosofía.net  HIPERVÍNCULO http://www.eumed.net www.eumed.net Coonnttaaccttaarr Reevviissttaa IIbbeerrooaameerriiccaannaa ddee Edduuccaacciióónn Prriinncciippaall OEII
 
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